jueves, 4 de septiembre de 2008

Nube suicida



No sé qué hacía ahí, en medio de un cielo azul y ardiente... La física a veces no aclara esas cosas, qué exhalación de vapor ha podido producir esa pequeña nube solitaria?. Fue la respiración de una pareja de amantes, el charco de una meada de perro, o la cresta de una pequeña ola?.

La nube estaba ahí, como si fuera un corderito que se hubiera despistado de su rebaño, en su afán de descubrir un mundo que ante todo le provocaba curiosidad.

El sol, como lobo hambriento, tardó pocos minutos en devorarla.