lunes, 21 de septiembre de 2009

Picasso, un malagueño universal




Música
Lisa Lynne - Nightingale ("Secret Songs", 2006)

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Emilio Pettoruti (1892-1971)

Pensierosa (1920)

Pintor argentino que, durante su estancia en Italia se unió al grupo futurista y más tarde en París se dejó influenciar por el cubismo de Juan Gris. Está considerado como uno de los primeros vanguardistas argentinos. Nació en La Plata en 1892, donde realizó estudios en la Academia de Bellas Artes, e inició su carrera artística como caricaturista, tras una primera exposición, en 1913 el gobierno de la provincia de Buenos de Aires le otorgó una beca de viaje para estudiar en Italia (Mujer en el café, 1917, El filósofo, 1918). En Florencia asistió a las clases de la Academia de Bellas Artes, recorrió numerosas ciudades estudiando los maestros del renacimiento y en Milán se adhirió al grupo de los futuristas, agrupados en torno a la revista Lacerba (Carrá, Boccioni, Marinetti y Russolo), con los que realizó algunas exposiciones en Italia y Alemania. La atracción que su obra despertó en el comerciante de arte más importante de la posguerra, Herwarth Walden, le valió una invitación en 1923 para exponer en su galería de Berlín, Der Sturm.


El Sifón (1915)

De aquí marchó a París y allí tuvo ocasión de conocer a Picasso y Juan Gris, del que recibió una importante influencia. Tras seis meses de permanencia en la capital francesa, en 1924 regresó a Buenos Aires, y ya como cubista comprometido, realizó una pequeña exposición con trece cuadros que provocó un importante escándalo en el mundo artístico bonaerense, que le acusó de querer destruir el arte nacional (El guitarrista, El flautista ciego o La institutriz). Elementos cubistas y futuristas se aliaban en sus cuadros a un color en el que estaban presentes los maestros italianos del renacimiento. Con esta exposición se producen las primeras aproximaciones a la abstracción y la no figuración en Argentina (Vino rojo de Capri, 1936, Vaso lleno, 1939).

El hombre de la flor amarilla (1932)

En 1941 recorrió los museos de Estados Unidos y un año más tarde varias obras suyas fueron adquiridas por el Museo de Arte Moderno de Nueva York y el Museo de Arte de San Francisco. Durante diecisiete años fue director del Museo Provincial de Bellas Artes de La Plata (1931-1949) y también fundador y director de la revista Crónica de Arte. En 1941 fijó su residencia en París, donde moriría treinta años más tarde, de esos años son, Äpfel, 1941, Invierno en París, 1955, y Verwundeter Vogel, 1960. Algunos contemporáneos calificaban su obra como la de un innovador abstracto que pinta como un clásico. Para Petorutti la pintura es principalmente luz y color.

Invierno en París (1955)


Junto a Joaquín Torres García y Pedro Fígari forma la trilogía rioplatense con presencia permanente en los grandes catálogos del mundo. Su obra evidencia una personalidad tempranamente estructurada y en ella somete los temas más usuales (paisaje, retrato, naturaleza muerta) a la nueva óptica del cubismo. Juega con la perspectiva, concilia el espacio interior con el exterior, conjuga sombras y luces, y ordena plásticamente los estímulos dispersos en la realidad visual.

lunes, 14 de septiembre de 2009

Pierre Auguste Renoir (1841 - 1919)

Fréderic Bazille - Retrato de Renoir (1867)

BIOGRAFÍA

Pierre Auguste Renoir (Limoges, 1841 - Cagnes-sur-Mer, 1919)

Pintor francés. Hijo de artesanos, vivió sus primeros años en barrios proletarios donde trabajó como decorador de porcelanas y pintor de abanicos. Después pudo acceder al taller del pintor Gilbert y, luego, al de Gleyre, donde conoció a Monet, Bazille y Sisley, con quien más tarde compartió su casa en París. Sus primeros intereses como pintor se inclinaron por la escuela de Barbizon y, consecuentemente, por la pintura al aire libre. Durante los días agitados de la Comuna, pintó con Monet a orillas del Sena. En 1873 terminó Jinetes en el bosque de Bolonia, excluida del Salón oficial y expuesta en el de los Rechazados.
Durand-Ruel se interesó por su obra y en 1874 participó en la primera exposición impresionista, en los estudios del fotógrafo Nadar, donde expuso, entre otras obras, El palco (1874, Courtauld Institute Galleries, Londres). Se trata de un gran lienzo donde representa a Niní López y a su hermano con una técnica de pinceladas sueltas fundidas entre sí, de contornos imprecisos y poco definidos. La composición, piramidal, se caracteriza por los ritmos ascendentes y sinuosos del vestido negro de ella y los de la chaqueta de él, así como señala la importancia de las cabezas: la de ella expresa serenidad y atención, mientras que la de él oculta su mirada tras los prismáticos.

La Moulin de la Galette (1876)

En 1876 se celebró la segunda exposición del grupo impresionista en la que Renoir participó con una de sus obras más conocidas, El moulin de la Galette (1876, Museo de Orsay, París), que recoge los momentos de un baile al aire libre en una terraza parisiense. Si lo comparamos con la obra de Manet Concierto en las Tullerías (1860, National Gallery, Londres), de tema y composición parecidos, presenta al igual que ésta, un encuadre interrumpido por los bordes del formato, recurso que produce la impresión de que la escena sigue y se expande más allá de los propios límites del lienzo. En comparación con la obra de Manet, que la pintó en un alarde de pinceladas imprecisas e indefinidas, la de Renoir libera todavía más la pintura, con una sucesión de manchas centelleantes que parece deslizarse sobre la tela al ritmo de la música o de los movimientos de los árboles que dejan pasar parcialmente la luz que ilumina la escena.

El columpio (1876)

En 1878, Renoir se alejó del grupo impresionista y buscó el éxito en los salones oficiales; el abandono de los principios impresionistas se acentuó cuando, a partir de 1881, numerosos viajes -Normandía, Argel, Florencia, Venecia, Roma, Nápoles, Sicilia- despiertan su admiración por cierta idea clásica de lo bello -la pintura pompeyana, Ingres, Rafael-, que le llevó a cuestionarse el valor de la espontaneidad de su técnica anterior, alejándose progresivamente de los efectos atmosféricos en busca de una pintura más definida. De esta época, cabe destacar obras que reflejan momentos de la vida parisiense contemporánea, como el cuadro Madame Charpentier y sus hijos (1878, Metropolitan Museum, Wolf Foundation, Nueva York), que fue expuesto en el Salón de 1879, donde recibió la aprobación del público y la crítica.


Grandes bañistas (1884)


El tema de la mujer, por el que el artista mostró claramente, durante toda su vida, un gran interés, adopta, por lo general, un tratamiento de gran consistencia y de resonancias clásicas. En este sentido destacan la serie de las bañistas -Bañista sentada secándose la pierna (1895, Museo de l'Orangerie, París), Bañista sentada (1914, Art Institute, Chicago), o Bañistas (1918-1919, Museo de Orsay, París)- que constituyen el máximo exponente de la belleza femenina, ejecutadas con una técnica cálida y envolvente. En estas obras, las pinceladas no se mueven en múltiples direcciones, como se observava en El moulin de la Galette, sino que se alargan por la aplicación insistente de óleo húmedo diluido en aceite de linaza y trementina.

El almuerzo de los canotiers. The Phillips Collection, Washington (1881)


La línea recta no existe en la naturaleza y la mezcla armónica de colores sobre la tela va configurando la forma mediante un proceso orgánico que persigue una expresión sensual y vitalista: "No tengo reglas ni métodos; cualquiera que vea los materiales que empleo o mi forma de pintar, se dará cuenta de que no hay secretos. Miro un desnudo y descubro miles de matices diminutos. He de encontrar aquel que haga que la carne de mi lienzo viva y tiemble."


Joven peinándose (1894)

El ejercicio de la pintura es para Renoir una especie de placer físico, la sublimación de la atracción física por medio de la materia pictórica. Salud y belleza se identifican en las representaciones de esas mujeres de piel tersa y rosada. El amor por el trabajo manual de este artista, que procedía de una familia de artesanos y que fatalmente vio sus propias manos deformadas por el reuma al final de su vida, le llevó a rechazar cualquier dimensión intelectual de la pintura o cualquier resonancia literaria en favor del trabajo humilde y bien hecho.

Monet en el jardín de Renoir (1874)


En 1884 escribió una propuesta para fundar la "Sociedad de los irregulares", la cual asociaba la belleza a las formas orgánicas e irregulares de la naturaleza y rechazaba el mundo mecánico e industrializado, como años antes hicieron Ruskin y Morris, pero cuya sensualidad se alejaba de la religiosidad de éstos. "A veces hablo como los campesinos del sur.

Vista de Bougival

Dicen que son unos desafortunados. Yo les pregunto si están enfermos y me dicen que no. Entonces son afortunados; tienen un poco de dinero, por lo tanto, si tienen una mala cosecha no pasan hambre, pueden comer, pueden dormir y tienen un trabajo que les permite estar al aire libre, a la luz del sol. ¿Qué más pueden desear? Son los hombres más felices y ni siquiera lo saben. Después de unos cuantos años más, voy a abandonar los pinceles y dedicarme a vivir al sol. Nada más."

Biografía tomada de:
Biografías y vidas



Artículo de Artespain.com

Quizás en los tiempos que corren, más de uno recuerde de la película francesa Amelie, al vecino de la protagonista reproduciendo, una y otra vez, el famoso cuadro El almuerzo de los remeros de Auguste Renoir.
Lo cierto es que este pintor francés fue uno de los más importantes del siglo XIX, así como uno de los exponentes del impresionismo, vanguardia que influiría en el desarrollo de muchas de las grandes vanguardias del siglo XX.
Renoir nació en un pueblito de Francia, allá por 1841, y desde adolescente se interesó en el arte plástico, trabajando en el taller de los hermanos Levy como pintor de arreglos florales en porcelana. Cuenta la historia que también se dedicó a la pintura sobre abanicos, actividad que le permitiría en el futuro desarrollar una pincelada rápida y luminosa.

La canoa (El Sena en Asnieres, 1879)


Los cuadros de Renoir se caracterizan por plasmar una pincelada fugaz, impregnada de color y luz, donde no parecer existir las sombras del claroscuro, como bien descubrió el pintor junto a Claude Monet, en la exploración artística del cuadro que pintaron a cuatro manos, La Grenouillère.
La muerte de los padres de Renoir lo llevaría a vivir en un orfanato donde conocería a otros futuros artistas: Monet, Sisley y Bazille. Paradójicamente, estos cuatro huérfanos serán algunos de los artistas que más influyeron en la historia del arte.
A pesar de su clara participación en el desarrollo del impresionismo, la historia del arte no lo encasilla como un pintor impresionista, ya que muchas de las piezas de Renoir van mostrando a lo largo de su carrera una búsqueda diversa e incesante.

Dos jóvenes al piano (1894)

El período francamente impresionista de este pintor francés puede enmarcarse entre 1870 y 1883, donde la pincelada tiene una impresión fugaz, los colores son vivos, llenos de luz y los temas representan escenas de la vida social francesa.
Luego de 1883, el estilo pictórico de Renoir se verá influenciado por la obra de Ingres, haciendo más definidas y marcadas las formas y volviéndose más fríos los colores en la composición.
Hacia el final de su vida, Renoir combinará en sus cuadros la pincelada impresionista y la forma definida de Ingres, dedicándose casi con exclusividad a la representación de la figura femenina.

sábado, 12 de septiembre de 2009

Hilaire Germaine Edgar Degas (1834-1917)

Le bureau de coton à la Nouvelle-Orléans (1873)

Pocos artistas muestran las contradicciones de su tiempo de la misma manera que Degas; participó en las exposiciones impresionistas y criticó los principios básicos de este movimiento; se inspiró en los maestros del pasado y sus escenas rebosan modernidad; defendía la línea sobre el color y se destapará como uno de los mejores coloristas del momento en algunas obras. Odiaba los honores oficiales y quería triunfar en el Salón. Estas curiosas paradojas las encontramos en la trayectoria artística de uno de los grandes genios del siglo XIX. Hilaire Germaine Edgar Degas nace en París el 19 de julio de 1834.

Clase de baile (1875)

Su familia paterna era de origen franco-italiano y se dedicaba a la Banca, mientras que la de su madre estaba vinculada con el negocio del algodón en Nueva Orleans. Edgar será el primogénito de una familia que se verá aumentada con tres nuevos retoños, dos niñas y un niño. La relación con su madre debió ser muy estrecha, afectándole enormemente su pérdida en 1847, cuando el joven tenía trece años. Dos años antes había sido matriculado en el Lycée Louis-le-Grand, en régimen de internado hasta su graduación, siete años después. Su padre, Auguste, deseaba que Edgar cursara estudios de Derecho, a pesar de haber demostrado su talento como dibujante en sus años en el Lycée.

Combing hair

Durante un corto periodo de tiempo accedió a los deseos paternos, matriculándose en Derecho, pero pronto se cansó, abandonó el hogar familiar y se instaló en un estudio. Vistos los deseos del joven, su padre decidió financiar el aprendizaje artístico de Edgar, reconociendo su error inicial. Bien es cierto que Auguste Degas era un espíritu refinado, gran amante de la buena música y de las pinturas del Quattrocento, lo que hizo más comprensible la atracción por la pintura de su hijo. En 1853 se matricula en el taller de Louis Lamothe, pintor de temas históricos y discípulo de Ingres. Durante dos años copió bajo la atenta mirada de su maestro un buen número de obras en el Louvre, preparándose para el concurso de la Escuela de Bellas Artes, donde obtener la pensión que le llevaría a Italia, como soñaban todos los jóvenes pintores en aquellos momentos. Gracias a Degas, Edgar Valpinçon - propietario del Baño turco de Ingres - accedió a presentarlo a la Exposición Universal celebrada en París en 1855. Ese mismo año Edgar ingresaba en la Escuela de Bellas Artes, abandonándola meses después para realizar un viaje por su cuenta a Italia. Allí permanecerá por un periodo de tres años, dedicándose a copiar las pinturas de los grandes maestros del Renacimiento y las esculturas clásicas que poco a poco afloraban a la superficie gracias a las excavaciones arqueológicas.

La partida de polo

Los frescos de Rafael y Miguel Ángel en la Capilla Sixtina serán las principales atracciones para el joven pintor. En Roma se rodeará de los artistas franceses que estudiaban becados por el Estado. Su relación será muy intensa con Gustave Moreau, pintor que también tenía sus propios recursos para vivir en la Ciudad Eterna. Junto a Moreau sentirá enorme atracción por Giotto, Mantegna o Botticelli, así como por los maestros venecianos - Tiziano, Veronés y Tintoretto - . El predominio del color en la Escuela veneciana le llevará a interesarse por Delacroix, el maestro del Romanticismo francés. También en Italia se inclinará por el arte del grabado, encontrando un inestimable punto de referencia en Rembrandt y los pintores holandeses del Barroco. En Florencia inició una de sus primeras obras importantes, la Familia Bellelli, para la que tomó como modelos a su tía Laura y a sus primas.


El ensayo

En los meses finales de 1859 Degas regresa a París. Su padre considera que se debe ganar la vida realizando retratos, temática en la que ha demostrado sobradas dotes. Sin embargo, Degas desea obtener el mayor triunfo posible en el panorama artístico parisino y eso pasaba por el Salón de París, iniciando una serie de obras con temática histórica que tenían gran éxito en dicho certamen. En ellas se aprecia una marcada influencia de Delacroix e Ingres junto a Mantegna y Piero della Francesca, intentando innovar ese gastado género. Buena muestra de estas obras es la titulada Jóvenes espartanos. En 1862 realiza su primera escena en la que se refleja la vida moderna. Se trata de Antes de la salida, en la que inicia su temática de hipódromos y carreras de caballos. Ese año se relacionó por primera vez con Manet, a quien encontró en el Louvre. Degas estaba copiando un cuadro de Velázquez para realizar un aguafuerte. Manet pondrá al joven artista en contacto con el Realismo, aunque Edgar se resistiera en un principio a asumir la filosofía del movimiento. También será Manet quien le presente a James M. Whistler, artista interesado especialmente por el color como estimulante del espectador. Quizá este contacto permitiera a Degas conocer en profundidad los grabados japoneses, tan de moda por aquellas fechas entre los artistas modernos. Otra de las interesantes influencias para estos pintores será la fotografía, que se empezaba a desarrollar con éxito en aquellos años

Degas incorporará estas dos novedades en sus obras al interesarse desde el primer momento por cuestiones de perspectiva. Los retratos serán la temática favorita del pintor durante la década de los sesenta - Edmondo y Thérèse Morbilli o James Tissot son buenos ejemplos -. En 1868 se integra en la tertulia del Café Guerbois, liderada por Manet, iniciándose una estrecha amistad entre los dos pintores. Allí también se relacionaría con Claude Monet, Alfred Sisley y Paul Cézanne, aunque no sintiera ninguna atracción por su pintura al aire libre. Su rendición incondicional al Realismo se produjo tras leer una novela de los hermanos Goncourt titulada Manette Salomon.

En las carreras (1871)

Bien es cierto que los temas elegidos por él serán muy selectivos, prefiriendo las escenas de ballet, los cafés, las bañistas o las planchadoras. Igual que los demás pintores de su generación, Degas sufrió las consecuencias de la Guerra Franco-Prusiana de 1870. Formó parte de la Guardia Nacional y participó en la defensa de París ante las tropas prusianas. Después se retiró al campo, alejándose de los sucesos de la Comuna, condenando la brutal represión del movimiento aunque no simpatizara con él. Es en estos momentos cuando se inicia el deterioro de su visión. Al año siguiente marchó a Londres y vendió varios cuadros al marchante Durand-Ruel. Al regresar a París pintará la Clase de danza, mostrándose en plena madurez. Entre 1872 y 1873 Degas viajará a Nueva Orleans, junto a su hermano René, para conocer a los miembros de su familia materna. En tierras norteamericanas realizó algunos retratos y una obra magnífica, Mercado de algodón. La idea de crear una exposición independiente al Salón oficial empieza a cuajar entre los artistas en 1873. El propio Degas ya había planteado a sus amigos la organización de un Salón del Realismo. La primera exposición del grupo, llamado despectivamente Impresionista por el crítico Louis Leroy, se celebró en 1874. Participaron Monet, Renoir, Morisot, Cézanne y Sisley, entre otros. Degas también puso su granito de arena, igual que en las restantes siete exposiciones del grupo impresionista. Sólo dejó de participar en una de ellas. El fallecimiento de su padre en 1874 reveló la mala situación económica por la que atravesaba la familia, existiendo un buen número de deudas. Esto provocó que Degas tuviera que vender sus cuadros para poder vivir, algo que hasta entonces no había hecho. Esta crisis financiera se prolongaría hasta 1880.

Cafe-Concierto Ambassadors (1877)

Sus máximas obsesiones en la década de los setenta serían las escenas de ballet y los grabados. Pocos artistas han dado una visión tan completa de las entrañas de la danza como hará Degas. Pasaba largas jornadas contemplando los extenuantes ensayos de las jóvenes - Ensayo del ballet en el escenario - sintiéndose especialmente atraído por ese mundo. Quizá también exista un motivo económico al ser vendidos estos temas más fácilmente por su marchante. Respecto a los grabados, su obsesión fue tal que un amigo dijo que era "una plancha de cobre ennegrecida con tinta de imprimir". Los temas elegidos para los grabados son similares a los de sus óleos y pasteles. Esperando a los clientes muestra su atracción por la temática de la prostitución, anticipándose a su gran continuador, Henri de Toulouse-Lautrec. La fama de Degas empezó a crecer en la década de los setenta, vendiendo un buen número de cuadros con cierta facilidad. Sin embargo, las tensiones entre los miembros del grupo impresionista y Degas eran cada vez mayores. Gracias a Camille Pissarro las críticas fueron suavizadas y la unión de los integrantes del movimiento parecía asegurada. Pero Degas se fue convirtiendo en un personaje solitario, dejando de exponer con otros artistas e incluso no exhibiendo sus obras al público. A partir de ese momento surge el aspecto legendario en su vida, mostrándole como un hombre amargado, de mal carácter, misógino y arrogante. La depresión le pudo acompañar en algunos momentos, mientras que las enfermedades serán continuas durante mucho tiempo, siendo considerado por algunos contemporáneos como un hipocondríaco, especialmente por su problema visual. Una de las técnicas favoritas del artista será el pastel, perfeccionándolo durante años mediante la superposición de diferentes capas. El colorido sería cada vez más sugerente, resultando obras de especial delicadeza como el Barreño o En la sombrerería. Algunos de los colores conseguidos por Degas inspirarían a Paul Gauguin y Henri Matisse. Otra faceta destacada de su arte es la escultura, realizando numerosas estatuas de caballos, bailarinas o bañistas desnudas, llegando a ser considerado por Renoir como el mejor escultor moderno, por delante incluso de Rodin. El carácter del artista se hace cada vez más agrio con el paso del tiempo, mostrando de manera abierta sus prejuicios sociales, criticando la democracia y la educación de las clases trabajadoras.

Bebedora de absenta

Los cambios vividos al iniciarse el siglo XX le convierten en un hombre ultraconservador y tradicionalista. Desde 1900 el artista redujo mucho su producción, renunciando a trabajar a partir de 1912. Emplearía modelos reales, aunque también se valía del amplio repertorio de posturas que había realizado anteriormente, llegando a calcarlas e invertirlas para crear nuevas imágenes. En estos últimos años destaca su faceta de coleccionista, adquiere una importante cantidad de cuadros a los marchantes Vollard y Durand-Ruel, llegando a cambiarlos por sus propias obras. En su colección estaban representados los más diversos maestros: desde Ingres hasta Cézanne, pasando por Delacroix, Gauguin e incluso Van Gogh. De su alumna Mary Cassatt poseía un amplio repertorio, igual que de Berthe Morisot. En 1912 Degas ve cómo su casa es demolida y su ama de llaves le abandona. Este anciano obstinado gusta de pasear y recordar los viejos tiempos. Mary Cassatt le buscó una persona que le cuidara, eligiéndose a su sobrina Jeanne Fèvre. Sus últimos meses los pasó postrado en la cama, falleciendo el 27 de septiembre de 1917 en París.

viernes, 11 de septiembre de 2009

Quince citas con la Historia



I
En la Edad de Hielo se cultivó con devoción la vida familiar. Fuera de casa no había quien aguantara el frío.

II
En la Edad de Piedra se escribía percutiendo con un punzón sobre este material. En la Edad de Hierro... se dejó de escribir.

III
Los egipcios nos dejaron las pirámides. Grecia y Roma, lenguas difíciles de aprobar en el bachiller.

IV
Se dice de los normandos que atacaban a distancia. Pero cuando estaban bajos de pilas, cualquiera podía cogerlos desprevenidos.

V
La Edad Media fue una época en la que aumentó considerablemente el erotismo. Todas las mujeres usaban liguero.

VI
El Antipapa siempre iba a la contra, pero ejercía de Papa.

VII
Los Alquimistas trataban de convertir cualquier gallina de corral en la gallina de los huevos de oro.

VIII
Cristobal Colón descubrió que estaba equivocado cuando, por más que buscó, no encontró el Ganges.

IX
Durante el Renacimiento, las mujeres eran obligadas a dar a luz al mismo hijo repetidamente.

X
El Barrococó fue un arte excesivamente afectado y cargante.

XI
El Neoclasicismo vino repitiéndolo todo, aunque nunca se denunció a nadie por plagio.

XII
El Romanticismo acabó, pero nunca terminamos de salir de él.

XIII
El siglo XX tuvo demasiados ismos como para nombrarlos todos. Sin embargo, el istmo de Panamá decidieron romperlo en dos pedazos para hacer un canal.

XIV
Durante la Guerra Fría las relaciones internacionales estuvieron muy calientes.

XV
De la época actual, mejor no hablar.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Giuseppe Arcimboldo (1527-1593). Alucinaciones renacentistas

Agua (1566)

BIOGRAFÍA

Arcimboldo nació en Milán en 1527, hijo de Biagio, un pintor que trabajó para la construcción de la escuela de pintores en la catedral. Le encargaron a Arcimboldo diseños para vidrieras, a partir de 1549, incluyendo la Historias de Santa Catalina de Alejandría en la catedral. En 1556 trabajó con Giuseppe Meda en frescos para la Catedral de Monza. En 1558, pintó el cartón para un gran tapiz de la Dormición de la Virgen María, que hasta el día de hoy cuelga en la catedral de Como.

Arcimboldo

Estuvo al servicio de los Habsburgo entre los años 1560 y 1587. Se supone que trabajó también en la Italia meridional y que tuvo un taller propio y discípulos en Roma.

El Bibliotecario (1566)

En 1562 se convirtió en retratista de corte de Maximiliano II en la corte Habsburgo de Praga. Fue también el decorador de corte y diseñador de trajes. El rey Augusto de Sajonia, que visitó Viena en 1570 y 1573, vio la obra de Arcimboldo y le encargó una copia de sus Cuatro estaciones que incorporara sus propios símbolos monárquicos.

Fuego (1566)

En Praga trabajó también para Rodolfo II (emperador desde 1576 hasta 1612) en su corte de Praga y se le considera el «Leonardo da Vinci» de la corte bohemia, diseñador de aparatos hidráulicos milagrosos (un poco como su coetáneo en la corte española Juanelo Turriano) y de instrumentos musicales fantásticos: en este sentido puede decirse que trabajó para el emperador Rodolfo II «reemplazando» la figura del viejo Juanelo, cuyos inventos, experimentos diversos y aparatos mecánicos impresionaron al joven Rodolfo durante su estancia en la corte de su tío, el rey español Felipe II.

Invierno (1573)

Su obra convencional, consistente en pinturas tradicionales del género religioso, ha caído en el olvido. No ocurre lo mismo con sus «caprichos» alegóricos, cuadros en los que las naturalezas muertas, los conjuntos de flores, frutas, mariscos o peces, crean figuras simbólicas.

Retrato de Rodolfo II (1590)

En efecto, estos retratos pre-surrealistas de cabezas humanas hechas de verduras, frutas y raíces, fueron muy admirados por sus contemporáneos y aún hoy suscitan fascinación. Los críticos de arte están debatiendo actualmente si estas pinturas eran caprichosas o el producto de una mente trastornada.

Arcimboldo murió en Milán.

LEGADO

Cuando el ejército sueco invadió Praga en 1648, durante la Guerra de los Treinta Años, saquearon muchas pinturas de Arcimboldo que estaban en la colección de Rodolfo II.

Sus obras pueden encontrarse en el Kunsthistorisches de Viena, en el Castillo de Ambras en Innsbruck, el Louvre en París, así como en varios museos de Suecia. En Italia, su obra está en Cremona, Brescia, y en la Galería de los Uffizi de Florencia. El Wadsworth Atheneum de Hartford, Connecticut, el Museo de Arte de Denver, Colorado y el Candie Museum en Guernsey también tienen pinturas de Arcimboldo. En España, se encuentra un solo cuadro de Arcimboldo: La Primavera, de un grupo de las Cuatro Estaciones (Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Madrid).
Tierra (1570)

Las extrañas obras de Arcimboldo, especialmente sus imágenes múltiples, fueron redescubiertas a principios del siglo XX por artistas surrealistas como Salvador Dalí. La exposición «El efecto Arcimboldo» que se celebró en el Palacio Grassi de Venecia (1987) incluyó numerosos cuadros de «doble sentido». La influencia de Arcimboldo puede verse igualmente en la obra de Shigeo Fukuda, István Orosz, Octavio Ocampo, y Sandro del Prete, así como en películas de Jan Svankmajer.

Información recogida de Wikipedia

martes, 8 de septiembre de 2009

Doce desiertos




Desierto I - Tiempo

Cuando te adentras en el desierto, te conviertes en parte de un gigantesco reloj de arena.
Salir a tiempo es la diferencia entre la vida y la muerte.

Desierto II - Incrédulo

Ilusión óptica, espejismo, visión... Agonizo en el desierto al borde de un lago de agua dulce, dando por sentado que sólo está en mi mente.

Desierto III - Con los cinco sentidos

Oigo un viento que sopla sin aromas. El tacto es áspero, de tierra. La vista sólo alcanza a ver el sol y un horizonte infinito de polvo que deja un gusto seco en la garganta. Estoy en el desierto.

Desierto IV - Desamor

Tu amor apareció como oasis en el desierto de mi vida. Pero resultó ser espejismo.

Desierto V - Heridas

Las caravanas dejan cicatrices en el desierto que el viento se encarga de curar.

Desierto VI - Similitudes

Las dunas son camellos de arena. ¿O son los camellos dunas con patas?

Desierto VII - Antepasados

Los fantasmas de los tuareg son los moradores de los espejismos del desierto.

Desierto VIII - Huellas

Perdido en el desierto, cada huella que dejo marcada en la arena forma parte de un sendero hacia la vida o la muerte.

Desierto IX - Caminos

En el desierto hay rutas invisibles que conducen hacia su salida. Otras, engañosas, llevan directamente hacia la desesperación.
Sólo sobreviven los que conocen el lenguaje de la arena.

Desierto X - Reto

—Te cubriré con asfalto y hormigón—amenazó la ciudad en pleno crecimiento.
—Te enterraré bajo mis arenas —respondió sin inmutarse el desierto.
La ciudad cubrió al desierto en dos décadas. Dos siglos después, desapareció bajo las arenas.

Desierto XI - Movimiento síncrono

Imposible salir de aquel desierto: las dunas avanzaban en la misma dirección y sentido de mis pasos.

Desierto XII - Triste vapor

Tu cuerpo es el desierto sobre el que se evaporan mis lágrimas.

domingo, 6 de septiembre de 2009

Domingo fugaz



Huida
Era su tercer intento de fuga. Pero ninguno salió bien. El nivel de la tocata exigía unos arreglos más elaborados.

Devolución
El bebé dormía mal, lloraba y no asimilaba bien el alimento. Afortunadamente aún estaba en garantía.

Efecto mariposa
Tu pestañeo produjo un huracán en mí interior.

Accidente ocular
El huracán tuvo que ir rápidamente a buscar un oculista. Se le había metido un tejado dentro del ojo.

Causa probable
La sombra de la duda es alargada. La causa principal son los palitos de las des.

De azares y cotilleos
Hay casualidades curiosas: primero provocan un hecho azaroso en tu vida, y luego se entrometen en ella queriendo saber todos los detalles.

Estresados
Los signos de exclamación no ganan para sobresaltos.

Cercanos
Entre lo real y lo irreal sólo hay una letra con cabeza y otra por necesidades ortográficas.

Ahorro
El personaje de papel llevaba impresa su historia.

Nocturno
Explorábamos la noche buscando caminos entre tinieblas. Encontramos un atajo que nos condujo al día siguiente sin seguir en la pesadilla.

Lienzo
Imagino paisajes imposibles. Trato de crear lo que ningún dios fue capaz de concebir en su mente. Elijo los pinceles.

Giro
El viento envuelve nuestras palabras, las hace girar, las distorsiona, hasta tal punto que nuestra amigable charla acaba en enfrentamiento.

Mudanza
Me mudo de vida. He encontrado otra con mejores posibilidades.

Señales
Descubrí que la casa estaba encantada cuando, por la noche, las velas comenzaron a temblar.

Ópera mariposa
Durante la representación, Madame Butterfly agitó sus brazos. Un pequeño huracán se propagó desde la platea hasta los palcos. Hubo aplausos.

Decepción
El artista abstracto sintió su fracaso cuando cada asistente a la exposición trataba de ver objetos cotidianos en sus lienzos.

Inicios
Me interesé por la microficción desde el día en que mis tuits comenzaron a tomar sus propias decisiones.

Imagen - Umberto Boccioni: "Dinamismo del Ciclista" (1912)