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Esa oscura época de la humanidad.Siempre la odié. No odié la época, porque no tiene sentido odiar a un periodo histórico. Se odia a los personajes que hacen que una época sea como fue, y más que a los personajes, a las instituciones. El poder feudal y la iglesia fueron esas instituciones.
Cuando estudié filosofía en 3º de BUP y COU, descubrí algo que hasta entonces había ignorado. Los griegos del siglo V antes de Cristo ya eran capaces de tener en su mente ideas como la democracia o la existencia del átomo, las matemáticas, la astronomía y muchos conocimientos que diríamos modernos. Remontándonos más aún, los egipcios construyeron sus pirámides gracias a unos conocimientos astronómicos y matemáticos muy precisos.
Y sin embargo, la Edad Media lo paró todo.
Yo siempre fui partidario de la evolución, de la carrera contra el tiempo, de los descubrimientos, del avance, científico, técnico, humano. Pararlo es destruir la capacidad de la humanidad para avanzar, y eso no puede ser bueno.
Vale, eso había pensado siempre, pero desde que comenzó el siglo XXI (más bien, unos años antes) he empezado a replantearme las cosas. Si es por mi edad, no lo creo, tengo amigos y amigas mucho más jóvenes que yo con los que hablo de estos temas y opinan lo mismo: el mundo va demasiado rápido y, sobre todo, las cosas se están descontrolando en muchos aspectos.
Lo malo de la velocidad no es el hecho en si de que se dé. La velocidad puede ser buena, siempre que esté controlada. Un AVE puede ir a 300 kilómetros por hora, pero no mi coche. En un caso es velocidad controlada y en el otro sería (caso de que mi coche pudiera coger los 300 por hora) un disparate fuera de control.
Pues eso nos pasa a los seres humanos. Creo que no hemos asimilado la velocidad de los cambios, y mientras sea así, mejor parar un poco.
Hace unos días veía con asombro como unas niñas, recién estrenada su adolescencia, se iniciaban en el rito de patalear a otro ser humano casi hasta la muerte. Una le daba una terrible paliza a otra chica indefensa que lo único que podía es proteger su cuerpo y su rostro liándose como un ovillo en el suelo, mientras sus amigas la jaleaban y grababan todo con un móvil.
Sentí asco, repugnancia, y por supuesto una enorme pena por la chica que yacía en el suelo. También un terrible odio por las que la maltrataban y ponían su vida al límite de ser o no ser. Quitar la vida a un ser humano es el acto más despreciable que pueda cometer otro ser humano, algo que nos quita de hecho la categoría de seres humanos.
Y por qué le daban esa paliza?. Bueno, por nada, ningún motivo aparente, solo que en YouTube quedan muy bien esos vídeos, se pasa un rato muy divertido con las amigas y tienen algo de lo que hablar en el instituto. Algo que para sus jodidas vidas vacías de todo contenido, de cualquier valor humano, de solidaridad, de comprensión, de cariño, de respeto por los demás, es todo un acontecimiento.
La evolución de los seres humanos va por malos caminos. La cantidad de robos, cada vez más rebuscados y de película (hoy se roba TODO, desde hilos de conducción eléctrica hasta tapas de alcantarilla!!!), con falta absoluta de respeto por los demás y por los bienes de uso común o privado, la cantidad de crímenes, violaciones, asesinatos, hurtos, peleas, palizas, maltrato familiar, violencia de género, violencia al volante, violencia en lugares de ocio... que se está dando en los últimos años, bate todos los récords, y ante todo, bate la capacidad que tenemos las personas "normales" de asimilar tanta porquería.
Si esto es evolución, al carajo con todo. O damos un cambio, o nos acabaremos devorando como animales para tener las Nike que anuncian en la tele.
Así que, ahora imagino que si no hubiéramos tenido el "parón evolutivo" de la Edad Media, quizá ya nos habríamos aniquilado y la Tierra sería un enorme desierto del Sahara planetario.
Esperemos en cualquier caso que el devenir de la humanidad vaya por otro camino, porque por este, apañados vamos.
Y a los que lo vean de otra manera, califíquenme de derrotista. Quizá lleven razón, pero es lo que veo y siento hace años, y es lo que hace muchos años ya charlaba con mis amigos (que en la mayoría de los casos opinan de esta misma manera) y se ha ido cumpliendo, punto por punto.
NOTA: Sobre el uso de la palabra "odio" y el verbo "odiar".
Lo sé, he usado estos términos demasiadas veces en este post. Lo reconozco y ya me impondré la penitencia pertinente. Sin embargo quiero aclarar algo: odiar es humano, enormemente humano. Nuestro cerebro tiene tres capas concéntricas, que dan a su vez 3 dimensiones a nuestra personalidad y a nuestra forma de comportarnos. La primera capa es el cerebro "de reptil". Es una pequeña amígdala encerrada en lo más profundo de nuestro cerebro. Nos proporciona los instintos básicos de supervivencia, nuestro comportamiento más ancestral y quizá más brutal. Porque los animales matan para alimentarse (nosotros dejamos que el matadero haga el trabajo sucio para luego comer la carne pulcramente guisada), sin preocuparse para nada del "prójimo". Y luchan por la comida con sus propios congéneres a los que, llegado el caso, también son capaces de devorar.
Por encima están el cerebro de hervíboro y nuestra capa más moderna y reluciente, es la que nos da propiamente capacidades humanas.
Así que el odio, los instintos primitivos -entre los que también está el sexo, aunque lo adornamos en general con ciertas dosis de empatía, cariño y hasta amor- son enormemente humanos.
La cuestión está en controlarlos y no dañar a los demás.
Aclarado?
1 opinión:
Proclamemos nuestro "odio hervíboro" contra los cerebros ofídicos de reptiles repulsivos. Los medios de comunicación tienen una gran parte de culpa en dar estos minutos de gloria a los actos más oscuros y deleznables.
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