lunes, 23 de febrero de 2009

Colores

—Vístete y prepárate para salir.
—Pero papá si todavía queda un rato, ¿no ves lo que está lloviendo?.
—Hijo deberías confiar en la experiencia de tu padre —intervino la madre— Haz lo que te dice.
—Pero mamá, estoy cansado, y también nervioso. Va a ser mi primera aparición en público —protestó de nuevo el jovencito.
—Precisamente por eso, ya deberías estar preparado.

Cuando de repente las nubes parecieron abrirse y asomó un rayo de sol. Aunque seguía lloviendo, ahí debería haber estado el arcoiris.
Muchas personas lo echaron de menos, y se extrañaron del raro fenómeno meteorológico. Para otros, su ausencia pasó desapercibida.
El joven arcoiris se llevó una buena reprimenda de sus padres, por no haber hecho su trabajo a su debido tiempo, tal como le habían advertido.
Y todos los que no lo vieron, recordaran aquél día por su inexplicable ausencia.

2 opiniones:

Campanas de Belen dijo...

Que lindo!!!
Me encantan los arcoiris!
Pero hasta ahora, siempre los visualizé como uno sólo, que aparecía y desaparecía en diferentes lugares, pero tiene mas sentido esto de que cada uno sea único y especial...

Oriana P. S. dijo...

Bueno, acá en Noruega los he visto de a dos, seguro el hijo con el papá detrás cual apoyo colorido (creo que tengo fotos en Facebook? si no, pondré). En Tacna (Perú) se ven redondos, completos, increíbles.

Muy bonita historia Javier, como nos tienes acostumbrados.