sábado, 13 de junio de 2009

Ya no hace falta

El tiempo me dio la razón, cuando ya no me servía para nada. Mis quince años de condena terminaban ese mismo día.

1 opinión:

Oriana P. S. dijo...

Oh, la ironía... la vida sin ella sería eso, otra ironía.

Me pregunto a cuánta gente le habrá sucedido esto mismo en la realidad? Debe ser terrible.