El Parnaso, según Andrea Mantegna (1497)
Hay poemas que nacen en las mismas laderas del Parnaso, en las que dioses y hombres comparten el amor por la belleza, la sensualidad y la palabra.
Y poemas que surgen en la barra de un bar, animados por los vapores del alcohol y cegados por el humo de un cigarrillo.
A veces confluyen. Porque, aunque somos humanos, la poesía nos acerca al alma, a ese lugar profundo en el que residen los dioses.
Entren a tomar algo en Poemia. Disfruten de estas lecturas sobre amor, contemplación, miedo y belleza de carne y de piedra.
Con suerte, quizá sea la mismísima Erato quien les sirva la última copa, mientras leen:
Duermes, de Antonio Cruz
Pájaros en el desierto, de Aldo Novelli
Camafeo, de Claudia Isabel Lonfat
y como siempre un clásico, en este caso de la primera generación de la posguerra española:
A una estatua de mujer desnuda, de Dionisio Ridruejo
4 opiniones:
Te cuento, Javi, que ya anduve por ahí y tu selección ha sido impecable como siempre.
Y de paso aprovecho para comunicarte que he seleccionado este blog para otorgarle los premios Dardo y Blog de Oro que a su vez la fueron entregados a La Cuentoteca por parte del compañero y amigo Daniel Frini.
Usted se lo merece. Pase y vea detalles en mi blog. O pregunte si tiene alguna duda, que para eso es ya usted mayor de edad.
Un abrazo, esta vez con premio.
Y disculpe mi dualidad de hoy que hace que te tutee y lo trate de usted al mismo tiempo, che.
Good dispatch and this post helped me alot in my college assignement. Thanks you for your information.
Muchas gracias por publicar "Camafeo"
Un placer
CIL
Gracias a ti, Claudia, por proporcionarnos esos magníficos poemas para Poemia.
Javi.
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