jueves, 12 de febrero de 2009
De gala
Ese día iba impecable. Los zapatos recién abrillantados. La camisa de seda y el traje, hechos a medida. La hebilla del cinturón, el reloj y los gemelos, chapados en oro. El féretro, en ébano.
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1 opinión:
Si no me hubieran dicho que esta mini es tuya, lo habría sabido igual.
Buenísimo.
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