Aunque había visto este reproductor en páginas web de amigos, nunca le había tomado el gusto. Pero yendo a la página de goear.com y viendo lo fácil que resulta compartir la buena música que a uno le gusta, el impecable aspecto del reproductor y la calidad de las versiones, me animo a seguir con esta serie.
Esta canción para mi fue un impacto. En realidad el impacto fue el álbum completo. Fue a principios de los 80, cuando apenas había salido aún de mi sempiterno rock sinfónico. Las músicas experimentales me daban un poco de no sé qué. Bastante difícil era ahorrar dinero para comprarse un vinilo, como para andar arriesgando. Así que apostaba sobre seguro. King Crimson, Pink Floyd, Alan Parsons, Bowie, Supertramp, Led Zeppelin, y así no había forma de equivocarse. Pero este disco, desde que lo vi en las estanterías de la tienda donde compraba vinilos por entonces, creo que me guiñó. Me sonaba por Brian Eno, al que había escuchado gracias a mis amigos, porque realmente nunca compré un disco suyo. De David Byrne tardé unos meses en enterarme de que era el líder de Talking Heads. Y me enteré precisamente el día que me compré el fabuloso "The Name of this band is Talking Heads". Vaya ahí está ese mismo tipo que toca con Brian Eno, pensé.
Cuando coloqué por primera vez "My Life in the Bush of Ghosts" en el plato, puse la aguja sobre el vinilo, y empezaron a sonar esos bajos, sintetizadores y percusiones, creo que casi me da algo. En la tienda de discos apenas había escuchado un corte. Es de los discos que compras por intuición. Con esa portada, algo sorprendente tendría que haber dentro. En cualquier caso, yo no había tenido buenas experiencias con Eno, menos aún de sus colaboraciones con Robert Fripp, que ha sido, es y será mi gran ídolo en la música, pero que con Eno hizo cosas que para mí nunca pasarán a la historia de la música.
Sin más preámbulos...
Esta canción para mi fue un impacto. En realidad el impacto fue el álbum completo. Fue a principios de los 80, cuando apenas había salido aún de mi sempiterno rock sinfónico. Las músicas experimentales me daban un poco de no sé qué. Bastante difícil era ahorrar dinero para comprarse un vinilo, como para andar arriesgando. Así que apostaba sobre seguro. King Crimson, Pink Floyd, Alan Parsons, Bowie, Supertramp, Led Zeppelin, y así no había forma de equivocarse. Pero este disco, desde que lo vi en las estanterías de la tienda donde compraba vinilos por entonces, creo que me guiñó. Me sonaba por Brian Eno, al que había escuchado gracias a mis amigos, porque realmente nunca compré un disco suyo. De David Byrne tardé unos meses en enterarme de que era el líder de Talking Heads. Y me enteré precisamente el día que me compré el fabuloso "The Name of this band is Talking Heads". Vaya ahí está ese mismo tipo que toca con Brian Eno, pensé.
Cuando coloqué por primera vez "My Life in the Bush of Ghosts" en el plato, puse la aguja sobre el vinilo, y empezaron a sonar esos bajos, sintetizadores y percusiones, creo que casi me da algo. En la tienda de discos apenas había escuchado un corte. Es de los discos que compras por intuición. Con esa portada, algo sorprendente tendría que haber dentro. En cualquier caso, yo no había tenido buenas experiencias con Eno, menos aún de sus colaboraciones con Robert Fripp, que ha sido, es y será mi gran ídolo en la música, pero que con Eno hizo cosas que para mí nunca pasarán a la historia de la música.
Sin más preámbulos...
BRIAN ENO & DAVID BYRNE: REGIMENT. LP "MY LIFE IN THE BUSH OF GHOSTS" (1981)
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