Desde que llegó el nuevo inquilino, se sintieron incómodos en aquella vitrina. La muñequita de cristal, el trompetista de porcelana, veían como el jarrón los miraba por encima del hombro. A él siempre le echaban todas las flores.
Publicada en Minificcionario.
lunes, 17 de noviembre de 2008
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1 opinión:
Pues ahora las flores te las echo yo a ti, éste está muy, pero muy bueno. :)
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