Las siglas IPC se han convertido en la doble noticia-pesadilla del día. Por la mañana nos desayunábamos con una subida de precios iteranual del 5,3%, la más alta desde la Expo de Sevilla y la Olimpiada catalana, es decir, desde 1992, año en el que caíamos por un agujero negro de crisis que duró casi un quinquenio.
Más tarde veíamos en los periódicos como un señor al que yo tildo de radical, Lluis Suñé, de Iniciativa Per Cataluña, nos despachaba una serie de lindezas de las que se ha tenido que retractar porque alguien más sensato que él le habrá dicho que se ha pasado tres pueblos.
Y a mediodía escucho en la radio que aquellas personas que hayan firmado una hipoteca en los últimos meses tendrán que pagar unos 1000 euros más al año... ahí es nada. Imagino que si ya los salarios actuales nos dan para comer hasta día 28 de cada mes, esta nueva situación nos rebajará las posibilidades alimenticias al día 26.
Seguiremos siendo optimistas, señor presidente. Lo que no sé es hasta cuándo.
jueves, 31 de julio de 2008
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